Para aprovechar la temporada en la que esta tradición culinaria tiene mejor gusto, te traemos diferentes propuestas para disfrutar de una buena calçotada en el Maresme. Compartir esta comida no es sólo una experiencia gastronómica: ¡es una fiesta, un encuentro social!

Los calçots no son fáciles de cultivar, porque deben replantarse varias veces para conseguir esta cebolla blanca y alargada con múltiples propiedades. ¿Sabías que son diuréticos y antibacterianos? Además son muy bajos en calorías. Una escasa cantidad calórica que se compensa con la salsa que les acompaña, elaborada con alimentos más calóricos, pero saludables, ya que nos aportan muchos nutrientes. ¡Y, además, tiene un gusto increíble!

La receta perfecta: almendras, avellanas, aceite de oliva, ñoras, vinagre, guindilla, pan tostado... la salsa romesco, que tiene sus orígenes en Tarragona, es la estrella de toda calçotada. Cada restaurante tiene su receta para hacerla especial, un secreto que habitualmente pasa de generación en generación.

En el Maresme podrás disfrutar desde las calçotadas más tradicionales hasta propuestas innovadoras para probar los calçots y la salsa romesco en distintos formatos. Descúbrelas todas aquí:

Calçots de toda la vida

El Restaurante l’Avi Mingo, de Tiana, lleva 40 años de trayectoria y fueron pioneros en el Maresme al poner los calçots a la carta. Si vamos, no sólo podremos comerlos a la brasa, sino que también los tienen arrebozados. Eso sí, siempre acompañados con la salsa romesco, que hacen ellos y que gusta tanto, haasta el punto que mucha gente se la compra cuando organizan calçotadas por su cuenta. Si vais en temporada, podéis encontrar gente que hace cola para llevarse un bote!

Si lo que deseáis es un buen menú con calçots, una gran opción es el restaurante Nou Gras, de Cabrils, especial porque incluyen alcachofas, embutidos y uno de sus platos estrella: un meloso de cordero deshuesado con parmentier. Además, preparan una coca tipo focaccia de calçots para chuparse los dedos, acompañado con su versión de la salsa romesco.

l’Era Restaurante, de Arenys de Munt, le dedica todo un menú: el menú calçotada, que incluye alcachofas a la brasa con salsa romesco, calçots también a la brasa con su salsa y una parrillada de carne, con la posibilidad de cambiarla por pescado y adaptar las propuestas para las personas vegetarianas, veganas y celíacas. ¡Con postre, bebida y café también incluidos!

La calçotada del restaurante Cals Frares, de Cabrera de Mar, es tradicional, para aquellos que no quieren perder la esencia de un menú típicamente catalán. Con calçots, butifarra y cordero en una casa de payés, para quien quiera compartir con amigos o familia una calçotada como las de siempre.

Propuestas innovadoras con calçots

Para aquellos que quieran nuevos sabores, la Eco Pizzeria Que bona!!, de Pineda de Mar, nos ofrece una de las propuestas más rompedoras. Son conocidos por utilizar productos ecológicos y de proximidad en la elaboración de todas sus pizzas y la de calçots no es una excepción. Ingredientes seleccionados y de calidad, sin que falte la salsa, en una pizza que nos trae el sabor más tradicional para llevar a casa en formato redondo.

La propuesta gastronómica de El Txoko, de Premià de Dalt, también abre la puerta a nuevas creaciones: durante el mes de febrero, ofrecen paella de calçots, que definen como una "explosión de sabores mediterráneos". Además, mezcla un entorno de relax donde poder comer tranquilamente mientras escuchamos música en directo y probamos cocina tradicional con un toque renovado.

En Sant Cebrià de Vallalta se encuentra el restaurante familiar Can Martri, con más de 150 años de historia. ¡Uno de los decanos del Maresme! Desde mediados de enero, comienzan con la temporada de calçots, donde además de su típica salsa también proponen degustarlos con tempura.

También el Tarannà, de Mataró, tiene un menú de calçots, pero con una oferta gastronómica distinta a la tradicional. Utilizan calçots de Valls, con D.O., y ofrecen calçots confitados, a la brasa, con arroz butifarra y setas..., con diferentes entrantes para compartir y segundo a escoger. Además, nos los podemos comer en dos ambientes bien diferenciados: en su espacio Parque Forestal, en medio de la naturaleza en el Parque Natural del Montnegre y el Corredor, o en La Laru, que también está rodeado de naturaleza pero integrado dentro de las instalaciones de la Fundación Iluro.

¡Y acabamos con el Celler Bouquet de Alella, donde podemos optar por una experiencia enogastronómica: una calçotada entre viñedos para grupos privados. Nos hacen una visita guiada por la bodega, una cata de vinos de la DO Alella y después nos preparan todo para que nosotros nos hagamos los calçots y la carne con su ayuda y asesoramiento, rodeados de los viñedos y en plena naturaleza.

¡Costará decidirse sólo por una, así que empecemos la temporada de calçots!