Feliu Novell, Vilassar de Mar

Entrevistamos a Feliu Novell, director del Museo de la Mina Vella de Vilassar de Mar.

Cuéntanos dónde estamos, Feliu.

Nos encontramos en el Museo de la Mina Vella, que es un espacio muy singular porque se trata de un molino hidráulico subterráneo que actualmente tiene función de museo, pero que también es lo que llamamos una empresa viva, porque es el lugar desde donde todavía suministramos el agua a Vilassar de Mar. Así, la gente que nos visita puede ver ambas cosas, por un lado, el espacio museizado del molino hidráulico con toda su historia hasta la actualidad; y por otra parte, todo el sistema de distribución de agua en el pueblo.

¿Cuál es el origen de este sitio?

La Mina Vella es una de las empresas distribuidoras de agua más antiguas del Estado que todavía están en funcionamiento. El origen es un antiguo molino hidráulico que se construyó en 1806 y que la gente del pueblo utilizaba para moler el grano; después lo adquirió la compañía de aguas en los años cincuenta y la gran balsa que había aquí detrás se destinó como primer depósito general para suministrar a la población. En 2000 ya se rehabilita todo el complejo, se hace el museo y se abre al público para visitas.

¿Qué podemos ver en el Museo de la Mina Vella?

Primero hacemos una visita a los exteriores, donde se encuentra la estación meteorológica del pueblo, y después visitamos el espacio al que llega el agua -el pozo número 1- que es uno de los depósitos que utilizamos para extraer agua del acuífero. En la parte interior tenemos varias salas expositivas en las que, por ejemplo, se explica que el agua antiguamente venía de los pozos y las minas y que ahora llega desde los embalses. Después hay otras dos salas destinadas al antiguo molino hidráulico, la sala donde están las piedras del molino y un tercer subterráneo -donde estamos ahora- donde estaban las turbinas que hacían funcionar el molino y la mina de desagüe.

¿Por qué vale la pena conocer Vilassar de Mar?

Vilassar de Mar es un pueblo muy bonito y muy bien ordenado porque casi todo el casco antiguo está hecho con casas de cuerpo, muy típicas del Maresme. Debemos recordar que el arquitecto Eduard Ferrés i Puig nació aquí en Vilassar y dejó mucha obra modernista y noucentista.

También tenemos la iglesia de San Juan que conserva muchas obras de arte de la posguerra de artistas catalanes contemporáneos muy importantes, entre ellos Josep Obiols por ejemplo, que hizo los retablos neobarrocos. Y si vamos más atrás en el tiempo, todavía conservamos las torres de vigilancia; la de Can Nadal está entera y se puede visitar.

Aparte del de la Mina Vella, ¿qué otros museos recomiendas en Vilassar de Mar?

Está el Museo Monjo, dedicado al escultor Enric Monjo i Garriga, que nació aquí en Vilassar de Mar. Su obra está por todo el mundo, incluso en Estados Unidos. ¡Ah!, la familia Monjo, por cierto, fueron los creadores de la escuela náutica de aquí Vilassar de Mar.

Después hay otro espacio singular que es la Casa-museo de la pintora Carme Rovira, que era una tejedora del pueblo que no tenía ningún tipo de formación ni estudio, pero que de mayor se dedicó a pintar. Desarrolló un estilo naif que gustó mucho a los críticos de los años setenta y ochenta, llegando a exponer desde Mallorca hasta París. Las paredes exteriores de su casa-museo las decoró ella misma.

Completa la frase: si vienes a Vilassar de Mar, tienes que comer…

Vilassar de Mar es conocido por el Espinaler, que era un bar muy sencillo a pie de Nacional que se hizo muy famoso porque hacían unas patatas fritas muy buenas y sobre todo porque se inventaron la salsa Espinaler. Ahora el bar está más arreglado y siempre tienen gente. Además, abrieron un espacio nuevo en el polígono industrial del pueblo, un supermercado donde se pueden comprar todos sus productos y también tienen un bar donde puedes hacer el vermut y degustar sus berberechos, patatas y aceitunas.

Una última pregunta, más de carácter personal, ¿cuál es tu rincón favorito de Vilassar de Mar?

Uno de los lugares que más me gusta del pueblo es la plaza de L'Era con sus terrazas. Es un espacio muy bonito y tranquilo para ir a merendar.

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